30 DE MARZO


EL SOLAR 
Alfonso López

En esta pequeña novela gráfica el veterano dibujante Alfonso López nos situa en la España de la postguerra cuidando su contexto histórico y homenajeando a los tebeos y dibujantes que marcaron a varias generaciones. 


Pepe Gazuza, el protagonista de esta historia está fuertemente inspirado en el personaje Carpanta de Escobar, deja el campo de Miranda de Ebro y recupera su libertad. Tras un cómico encuentro con el Caudillo, se dirige a la gran ciudad en busca de un porvenir. Allí llega a uno de los lugares más típicos de aquella época: una pensión, donde coincide con un muy peculiar grupo de personajes. Siempre con optimismo, trata de encontrar una ocupación que le permita sobrevivir, pero su pasado se lo pondrá muy difícil. Al mismo tiempo, Petro – trasunto de Petra, otro de los personajes más conocidos de Escobar – emigra desde su pueblo y llega a la misma ciudad para trabajar de criada. En la casa donde desempeña su labor conoce a Alfonsito, un joven falangista muy intenso, quien se enamora perdidamente de ella y le pide ayuda para dotar al régimen del arma definitiva que la situará entre las grandes potencias mundiales. Con rapidez Alfonso López consigue que ambas tramas se mezclen y la comedia costumbrista da paso a una divertida historia de espionaje.
Un argumento sencillo y ambicioso que transcurre a un ritmo vertiginoso. Tienen un papel destacado los criminales nazis que utilizaban España como base para trasladarse a Sudamérica o que directamente se instalaban en la costa levantina o andaluza bajo el manto protector del franquismo. Es interesante observar la figura del fantasma, uno de tantos topos que se ocultaron a lo largo y ancho del país para evitar las represalias del régimen. Otros temas aparecen también esbozados en El solar: la caza de nazis llevada a cabo por Simon Wiesenthal, el inicio de la Guerra Fría tras el final de la Segunda Guerra Mundial o las diversas corrientes internas del franquismo que se iban a enfrentar años más tarde.
Todos estos personajes vivian en una España que cerró su último campo de concentración en 1947 y en la que la mayoría de la población española pasó penurias y miedo.No muy atrás quedaba una guerra civil que marco la vida y la convivencia, durante decenios, de los vencedores y de los vencidos. La situación de quienes habían luchado por la República fue dura ya que a la miseria general tenían que añadir sus dificultades para conseguir trabajo o la discriminación social y legal que padecían. Este es el contexto histórico en el que Alfonso López situa este remedo de la 13 rue del Percebe. 




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