TU NO ME ASUSTAS
Farideth Khalatbaree
Ilustrado por Lisam Jamileh Barjesteh
2012
"Eres el brujo, el desdichado, pero si no fuera por ti, serían imposibles las colas de hada.
Eres el desalmado, el tramposo, pero si no fuera por ti, no habría a quién echarle la culpa"
Eres el desalmado, el tramposo, pero si no fuera por ti, no habría a quién echarle la culpa"
¿Cuántas veces perdimos el sueño cuando éramos niños por culpa de los monstruos y los fantasmas? ¿En cuántas ocasiones la cama de nuestros padres era el único lugar seguro para conciliar el sueño? La autora y editora iraní Farideh Khalatbaree crea, a través de este texto en forma de poema, un conjuro contra el miedo a los personajes malvados de los cuentos
Muchos personajes malvados se han creado para atemorizar a los niños: el brujo, el ladrón, el hombre del saco, el monstruo, el dragón… Pero ‘Tú no me asustas’ nos recuerda su función: son necesarios para que puedan existir la lámpara mágica, las hadas, los tesoros… Sin embargo, es necesario reconocer que todos estos personajes que en su día nos atormentaron (y que hoy se ceban con “nuestros pequeños”) son necesarios sobre todo para tener alguien a quien echarle la culpa y, lo más importante, son necesarios para poder dormir con mamá.
Este libro se presenta con un texto en forma de hipnótico poema que utiliza el recurso de la repetición y la cadencia para hablar de lo negativo de una forma positiva, como una parte esencial de nosotros. Si a los textos de Farideh Khalatbaree le sumamos las ilustraciones de Lisam Jamileh Barjesteh, la obra se torna en un regalo perfecto.
Sobre fondo negro, un gato sonriente, travieso y juguetón, algo inquietante, que recuerda al gato de Cheshire de Alicia por su carota enorme, su capacidad para adaptarse a cada situación narrativa e interactuar con ella, soporta el peso visual de la obra y adquiere un significado simbólico: parece reunir en él la idea de miedo que trata el libro.
Además del gato, una niña es la protagonista de la historia. Disfrazada de bruja que juega con el animal, que es su cómplice, acaba revelándose como la narradora, extraña también y juguetona, de esta obra. Ella, su piel, es la única portadora de color, y eso le
da un protagonismo añadido; sin embargo, el álbum es visualmente muy poderoso, los primeros planos, los encuadres de las ilustraciones, la página desplegable del centro, atrapan al lector, lo acercan a la primera fila del escenario donde transcurre la aventura y el juego.
He visto que Chus lo tiene en su catalogo.
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