ESQUELETO LADRÓN
Pablo Albo
Ilustrado por Lucia Serrano
2012
Los esqueletos siempre tienen frío. Algunos se abrigan en los armarios, pero aún así tiemblan de frío, porque no les sirven de nada ni las mantas ni los abrigos. Siempre tienen los huesos helados y tiemblan constantemente. ¿Recuerdas cómo suenan los dientes cuando tiritan?
Esqueleto ladrón nos presenta la historia de un niño que no puede dormir en la cama, escucha extraños sonidos en la habitación y descubre, muy a su pesar, que es acechado por un diminuto esqueleto muerto de frío. Éste quiere robarle su cuerpo para poder estar caliente y cómodo, pero claro... eso le convertiría a él en esqueleto. La historia consigue resultar espeluznante. Sin embargo, está narrada de una forma en la que la tensión se rebaja para no crear indeseados traumas. El simpático esqueleto, si bien está dispuesto a perjudicar al niño robándole su cuerpo, lo hace porque tiene realmente mucho frío y el autor consigue que empaticemos con él y comprendamos por qué se comporta como lo hace.
Tanto texto como ilustración juegan bien a darle ese toque de terror pero con un enfoque tranquilo que desmitifica el miedo que puede sentir el niño. La idea es que el esqueleto no es malo, simplemente tiene frío y sabemos porque hace lo que hace.

Un final inquietante como toda la historia que os dejamos que descubráis, solo deciros que es una historia circular por que termina como empieza. Debemos desdramatizar ciertas historias y entender que son eso, historias con las que pasar un buen momento, en este caso terrorífico pero porque no divertido. Siempre es buen momento para contar historias de terror y a los niños les gusta y pueden afrontar mejor los miedos a la noche. A veces, o casi siempre, son más valientes que nosotros.
Un libro para lectores valientes, sean niños o adultos.
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