MI ABUELO CARMELO
Dani Torrent
2011
Mi abuelo Carmelo tenía un jardín. Cuando yo era pequeño,
pasaba allí las tardes, plácidamente. Al caer el sol, mi abuelo
solía contarme historias de tierras lejanas. Allí donde viajaban
las golondrinas al terminar el verano.
–Las golondrinas viajan tanto que han aprendido
el lenguaje de las nubes –decía el abuelo.
pasaba allí las tardes, plácidamente. Al caer el sol, mi abuelo
solía contarme historias de tierras lejanas. Allí donde viajaban
las golondrinas al terminar el verano.
–Las golondrinas viajan tanto que han aprendido
el lenguaje de las nubes –decía el abuelo.
Así comienza esta tierna historia de un abuelo y su nieto que, juntos, cuidaban su jardin. Mientras quitaban malas hierbas y regaban su jardín el abuelo le contaba historias de tierras lejanas, esas adonde van las golondrinas.
Pasa el tiempo y el abuelo desaparece, pero esto no es motivo de desesperanza para el protagonista, pues el abuelo y su memoria vuelven en cada una de las gotas de agua que hoy riegan las plantas del jardín que un día él le enseñó a cuidar
Una obra que nos recupera el sentido que tienen los abuelos en la educación de los hijos y que rescata una imagen necesaria y onírica de ellos ante su desaparición. Una obra que, precisamente, dedicó el autor a su desaparecido abuelo como homenaje en su despedida.
Hoy ponemos una vela en la tarta imposible de Jules Gabriel Verne (1828), mas conocido como Julio Verne.
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