16 DE JUNIO


EL JARDIN DE HUGO
Jen Wojtowicz
Ilustrado por Steve Adams
Intermon Oxfam 2006



"Hugo Florindón había crecido en plena naturaleza. Vivía donde la carretera asfaltada se convertía en un camino polvoriento y donde el camino polvoriento terminaba siendo un estrecho sendero.

El sendero se abría camino entre los árboles centenarios de un espeso bosque, cruzaba el arroyo del Oso Negro, se encaramaba por la montaña Solitaria y, tras un recodo a la derecha, llevaba directamente hasta la puerta de la familia Florindón.
.Hugo era un niño tranquilo y poco convencional que guardaba un precioso secreto: Cuando había luna llena le crecían flores por todo el cuerpo. Pero no os creáis que este extraordinario don impedía llevar a Hugo una vida normal. 

Su mamá, todas las mañanas después de la luna llena, le cortaba cuidadosamente las flores y así Hugo podía, como todos los niños de su edad, ir a la escuela.  Como era un niño distinto de todos los demás, el maestro le mandaba sentarse al fondo de la clase y no le hacía mucho caso. Y sus compañeros se mantenían a una distancia prudencial.
Un día llegó al colegio Angelina, una niña con una flor detrás de la oreja a la que todos querían por su honestidad y amabilidad y se empezó a interesar por ese niño retraído que se sentaba al final de la clase y al que todo mundo ignoraba.

Aunque Angelina también tenía un secreto, o más bien un problema físico que le hacía sentirse diferente: su pierna izquierda era más corta que la derecha, algo que le hacía rechazar todas las invitaciones que le ofrecían para ir al baile escolar.



Para un niño es muy importante aprender a no juzgar a los demás y a aceptar a las personas tal como son. Aquí sus protagonistas son capaces de convertir sus peculiaridades en elementos felices para transformar su realidad en algo natural.



Preludio de una amistad que, convertida en amor, les duró toda la vida. Angelina y Hugo se ganan la vida cultivando flores. 


En realidad puede decirse que se ha convertido en el negocio familiar.
Y mira por donde, sus siete hijos nacieron con el pulgar de color verde.





Esta es una historia que fomenta la empatía, el amor y la aceptación. Valorar a los demás sin tener en cuenta su apariencia.
La sociedad en general suele valorar solo lo que es común y normal, lo que es políticamente correcto, y suele rechazar la mayoría de lo que se sale de la norma y es que lo diferente siempre da un poco de miedo. Por eso esta historia es tan necesaria, porque ayuda a reflexionar con ternura sobre la intolerancia, la marginación. 



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