19 DE JULIO



LA BIBLIOTECA DE LOS LIBROS RECHAZADOS

David Foenkinos
2017


«Jean-Pierre Gourvec estaba orgulloso del letrerito que podía leerse en la entrada de su biblioteca. Un aforismo de Cioran, irónico para un hombre que no había salido nunca, como quien dice, de su Bretaña natal: «París es el lugar ideal para fracasar en la vida». Era de esos hombres que prefieren la patria chica a la Patria, sin convertirse por eso en nacionalistas histéricos. Su apariencia se prestaba a presagiar lo contrario: tan largo y flaco, con las venas del cuello hinchadas y una intensa pigmentación rojiza, podía suponerse en el acto que la suya era la geografía física de un temperamento irascible».

En Crozon (Bretaña), un bibliotecario decide albergar todos los manuscritos que han sido rechazados por los editores. Estando de vacaciones en la localidad bretona, una joven editora y su marido escritor visitan la biblioteca de los libros rechazados y encuentran en ella una obra maestra: Las últimas horas de una historia de amor, novela escrita por un tal Henri Pick, fallecido dos años antes.
Pick regentaba, junto a su viuda Madeleine, una pizzería, y según ella nunca leyó un solo libro y mucho menos escribió nada que no fuera la lista de la compra. ¿Tenía el autor una vida secreta?
Rodeado de un gran misterio, el libro triunfa en las librerías, provoca efectos sorprendentes en el mundo editorial y cambia el destino de muchas personas, especialmente el de Jean-Michel Rouche, un periodista obstinado que duda de la versión oficial de los hechos. ¿Y si esta publicación no es más que un cuidado plan de marketing?

Foenkinos comienza La biblioteca de los libros rechazados contándonos una historia real a pesar de lo sorprendente que resulta. En 1971 un escritor norteamericano llamado Richard Brautigan publicó un libro, titulado El aborto, en el que narraba una historia de amor entre un bibliotecario y una joven espectacular. En la misma novela el protagonista trabajaba en una biblioteca que aceptaba todos los libros que habían rechazado las editoriales. En los noventa un lector cogió esta idea y fundó la Brautigan Library en Vermont que solo aceptaba libros rechazados. 
Ahora ya en la parte ficticia conocemos su homóloga en Crozon (Bretaña), creada por un bibliotecario llamado Jean-Pierre Gourvec. Una idea que tuvo sus altibajos, desde la emoción inicial hasta que todo el mundo se olvidó de ella. A esta librería llega un joven editora afincada en Paris y llamada Delphine con su marido Frédéric que están pasando las vacaciones con la familia. Allí, entre montones de obras que la gente ha ido dejando, encuentran un libro sensacional titulado Las últimas horas de una historia de amor.
Según consta en el manuscrito su autor es Henri Pick que indagando resulta ser un vecino del pueblo que dedicó toda su vida a hacer pizzas en un restaurante que llevaba junto a su esposa. Sin embargo el hombre falleció dos años atrás. Y Madeleine, su mujer, asegura que nunca le vio ni leer ni escribir. De hecho el que su marido escribiera un libro la deja trastornada.





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