EL PRODIGIOSO VIAJE DE EDWARD TULANE
Kate Di Camillo
Ilustraciones de Bagram Ibatoulline
2007
"Érase una vez en una casa de la calle Egipto un conejo hecho casi enteramente de porcelana. Tenía brazos de porcelana, manos de porcelana y cabeza de porcelana, torso de porcelana y nariz de porcelana. Sus brazos y sus piernas estaban unidos y articulados con alambre para que sus codos de porcelana y sus rodillas de porcelana pudieran doblarse, lo que le proporcionaba gran libertad de movimiento. Sus orejas estaban hechas de piel de conejo; y el alambre de su interior, permitía colocarlas en diferentes posturas."
Esta la historia de las aventuras y desventuras de un conejo de porcelana, que incapaz de sentir amor, es castigado por la anciana que mandó crearlo como regalo de cumpleaños para su nieta Abilene.
El protagonista, Edward Tulane, es un conejo de porcelana y como todo juguete tiene su historia y su personalidad, como El soldadito de plomo, el Cascanueces o Pinocho.
Edward es un conejo vanidoso y egocéntrico; viste ropas de seda y lleva un pequeño reloj de bolsillo de oro. No le falta el enorme cariño de una niña: Abilene Tulane. Su comportamiento es el de un muñeco sin más, y esta falta de sentimientos despertará el enfado de la anciana Pellegrina.
La vida entre algodones que disfruta no le despierta ningun sentimiento y tras caer por la borda del trasatlántico Queen Mary, comenzará una vida llena de avatares pasando de mano en mano: un pescador, un vagabundo, un niño huérfano, y hasta será un espantapájaros.
Todo muy lejos de las riquezas y comodidad a que acostumbraba, pero siempre con la suerte de ser querido. Su primera emoción será el miedo y después, la alegría de estar vivo. Descubrirá que puede escuchar y en ese momento su corazón se abre de par en par.
Todo pasa demasiado deprisa y no hay nadie que sea feliz para siempre.
Con esta idea, la autora nos empuja de un lugar a otro para despertar los sentimientos de Edward y descubrir que hay que atreverse a tener abierto el corazón sin tener miedo a sentir con toda su plenitud. ¿Has sentido alguna vez este vértigo ?
"He aprendido a amar. Y es espantoso. Estoy roto.
Mi corazón está roto. Ayúdame."
Estas son las palabras de Edward cuando siente el dolor del amor, el dolor de la pérdida de una amiga querida.Observa, escucha y se estremece cuando recibe una caricia… está más vivo que nunca.
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