TIERRA DE CANELA - Jasmin Darznik -


TIERRA DE CANELA
Jasmin Darznik
2011




“En mí Irán, todas las historias empiezan siempre de la misma manera. “Yeki bood; yeki nabood” (Uno era todo; todo era uno).”


Esta es una historia real que se lee como ficción, engancha desde el principio con una prosa cuidada pero sencilla y con unos personajes reales que nos transmiten sus sufrimientos y alegrías de tal forma que no podemos dejar de leer lo que ocurre con ellas.


Jasmin Darznik creció ignorándolo casi todo acerca de la historia de su familia y de sus orígenes en Irán. Pero, después de la muerte de su padre, el hallazgo de una foto entre un fajo de cartas viejas abrió algunos interrogantes sobre la vida de su madre, Lili. Meses más tarde, Jasmin recibió la primera de diez cintas de casete audio en las que Lili le revelaría los más íntimos secretos de su existencia. El libro narra así la historia de vida de tres generaciones de mujeres iranís (Kobra, la abuela, Lili y Jasmin) antes de la revolución islámica en 1979, poniendo de manifiesto sus estrategias de supervivencia ante dolorosas situaciones rutinarias marcadas por el alcoholismo, el divorcio, las ceremonias nupciales, la violencia de género, el analfabetismo, etc. 


Kobra, la abuela, fue el nombre elegido para la novena hija de Pargol (que significa “hoja de flor”) nacida en 1921. Con ojos color miel y pelo negro, siempre llevaba en el cuello un pequeño amuleto azul para distraer el ojo del diablo y la envidia de los demás. Como dictaba la tradición, se casó temprano con Sohrab y se movió a vivir con su marido y su familia bajo el cuidado de Khanoom. Con dos hijos en el regazo, Nader y Lili, los problemas empezaron a llegar cuando su marido ha conocido en alguna fiesta con sabor a alcohol y opio una mujer con un vestido occidental. Totalmente analfabeta, su mayor infortunio ha sido la pérdida de su tercer hijo, un rayo de esperanza ante la soledad en la que se había hundido. 


Lili, la madre, se ha casó a los 11 años con Kazem de 26 años y tuvo su primer hija, Sara, a los 13. No obstante, su matrimonio rápidamente se convirtió en un infierno, ya fuera por la enfermedad mental que padecía Kazem o sus arrebatos de violencia a medio de la noche. Pero no todo es dolor: la vida de su padre al estilo europeo y su propia determinación para contornar las adversidades de su camino le han permitido obtener un título de comadrona en Alemania, después de lograr el divorcio, dónde encuentra un marido extranjero obstinado en superar todas las barreras culturales para estar a su lado (incluyendo la práctica de la circuncisión). 



Una lectura recomendada por la intensidad de los sentimientos que cuenta, por las experiencias de una cultura tan distinta a la nuestra o, simplemente, por el hecho de que la lectura de Tierra de canela nos mantendrá pendientes de sus tres mujeres, sufriendo con ellas y celebrando sus triunfos hasta el final del libro.













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