NOCHES EN BLANCO Y BESOS EN EL DESAYUNO
Mateo Bussola
2017
«En mi vida insomne soy: padre, hijo, amigo, cocinero, guitarrista, jardinero, dibujante, amante, lavaplatos, constructor de torres de cubos y un sinfín de cosas más, todos los días, y no siempre en este orden. Pero he descubierto que lo primero es lo único que abarca todo mi ser. Mis hijas me alimentan y me recuerdan que ser padre significa vivir en vilo entre la responsabilidad y el abandono, entre la fuerza y la ternura. Y que esto vale para todo.»
De reciente publicación NOCHES EN BLANCO es un libro/diario en el que Mateo Bussola vierte sus vivencias como padre vocacional y entregado hasta el punto de adaptar toda su vida, trabajo incluido, a esta gran aventura que supone, y es, ser padre. Un gran salto al que precede un vértigo indescriptible. Con el nacimiento de su primera hija comenzó su metamorfosis dejando su trabajo como arquitecto para dedicarse a dibujar comics, actividad que, no solo le llenaba sino que le permitía ser padre a tiempo completo. Esta es su historia y así la cuenta. Podéis leer algunos capitulos que google-books ofrece. Mateo comienza así sus NOCHES EN BLANCO:
Trabajo como padre.
Mi profesión consiste en dibujar cómics.
Escribo por pasión.
A hacer cómics aprendí dibujando. A ser padre, aplicándome, aunque para ello he contado con tres magníficas maestras: mis hijas de ocho, cuatro y dos años. En cierto sentido, la escritura siempre ha estado ahí.
En estas líneas he reunido los tres aspectos y por una vez he optado por dibujar solo con las palabras.
Este libro es una especie de diario. En él he recopilado narraciones, crónicas, reflexiones, instantáneas casi diarias del crecimiento de mis hijas, del mío a través del suyo. De la manera en que la paternidad me ha convertido en un hombre mejor, en un profesional más valiente y en un compañero más atento. También en un compañero más cansado, pero en este caso el cansancio es compartido, es la fatiga que siente cualquier persona que proyecta para tratar de construir algo con otra.
Virginia, Ginevra y Melania son las lentes de miope con las que observo el mundo. Con la vista que me regalan puedo mirar todo de forma diferente, incluso lo que fui antes de ellas. Creo que se llama dar una perspectiva a las cosas. Las perspectivas nos enseñan a trazar horizontes y a comprender que todo cambia en función de la manera en que lo miras y que, en ocasiones, los futuros más improbables son fruto de un impulso que empezó a tomar forma sin que lo supieras. Lo único que debes hacer es vencer el miedo a saltar cuando llega tu momento. La paternidad fue mi salto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario