15 DE ABRIL


LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS
Manuel Rivas
1996
"La lengua de las mariposas" es  un relato del libro de Javier Marías "¿Qué me quieres, amor?". Aunque el libro merece tratarse en su conjunto por su gran calidad literaria, tened en cuenta que hablamos de Javier Marías, hoy nos centraremos en tres de sus relatos que fueron la base de la película del mismo nombre. A parte del que le da título al film los otros dos relatos son "Un saxo en la niebla" y "Carmiña". Moncho, el personaje principal, será su nexo. 
Tanto el  relato como la película  empieza ya centrada en su personaje principal, Moncho, un niño que comienza en la escuela. Moncho es un niño con un pensamiento estereotipado y pesimista sobre los profesores. Su padre le creó la idea de que los profesores eran personas que pegaban a sus alumnos cuando hacían algo mal, ya que él en sus tiempos de escolar era golpeado por sus profesores al portarse mal. No tarda en darse cuenta de que su profesor no era como los que le había contado su padre. Comienza a formarse una relación de mucha admiración y confianza hacia su profesor Don Gregorio. Hay un espíritu muy machadiano flotando en el ambiente de esa pequeña escuela. 

Don Gregorio, su profesor, era un hombre bueno con pensamientos e ideas liberales cosa que, en el contexto histórico de esta historia estaba mal visto.  Él, creía que las personas debían ser como las mariposas, libres en su andar, en su recorrido por la vida. El vínculo que tenía Don Gregorio con Moncho fue creciendo cada vez más, y los padres del niño, al darse cuenta de esto, quisieron agradecer la labor docente y de complicidad del profesor, regalándole un traje. La relación que habían establecido, había hecho que Moncho perdiera el miedo a los desconocidos, teniendo cada vez más ganas de saber y descubrir nuevos aprendizajes, cosa que los padres valoraron y reconocieron al docente. 


                         "(Moncho) –Cuando uno se muere, ¿se muere o no se muere?
(Don Gregorio) –¿En su casa qué dicen?
–Mi madre dice que los buenos van al cielo y los malos al infierno.
–¿Y su padre?
–Mi padre dice que de haber juicio final, los ricos se irían con sus abogados. Pero a mi madre no le hace gracia.
–¿Y usted qué piensa?
–Yo tengo miedo.


El verano de aquel 1936 aparte del calor trajo también una guerra civil y una búsqueda, por parte de los vencedores, de todo aquel que estuviese en contra del pensamiento impuesto, y en medio de todo eso se encuentraba Don Gregorio. Muchos trataron de esconderse por tener pensamientos e ideales diferentes, así, la familia de Moncho tuvo que deshacerse de toda evidencia de pensamiento liberal y los padres avisan al niño que se calle, y que si le preguntan por el traje del profesor, lo niegue todo, para no sufrir las consecuencias del Estado. La familia finalmente, se pone a favor del Estado, hablando mal de estas personas comunistas, que fueron poco a poco encontradas, y gritándoles “rojos” al pasar en una camioneta dónde los llevan a todos. Moncho comprende la situación, y al pasar, también llega a insultar y lanzar piedras contra los comunistas mientras grita, entre los que se encuentra su propio profesor, aún habiendo sido parte fundamental de su vida y una referencia durante mucho tiempo para él, acaba odiándolo y uniéndose al pensamiento de la masa.
La guerra exige las más absurdas definiciones, y los odios no sólo apremian sino que se cimientan desde la autoridad (aun en la mente de un niño). 

Don Gregorio: En el otoño de mi vida yo debería ser un escéptico, y en cierto modo lo soy. El lobo nunca dormirá en la misma cama con el cordero. Pero de algo estoy seguro: si conseguimos que una generación, una sola generación, crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Nadie les podrá arrancar ese tesoro.


Jose Luis Cuerda, director de la película, habla así de este relato.


"La lengua de las mariposas" es uno de los cuentos que más me han impresionado en mi vida.Creo sobre todas las cosas en el instinto de conservación. El hombre, después de inventarse a un dios todopoderoso, pero incapaz de ahorrarnos la muerte, tuvo que inventarse también la vida eterna para satisfacer ese instinto. Lo que ocurre es que, si para salvar la vida, uno tiene que poner a su mejor amigo como escudo en el camino de las balas, u ofrecer su hija a violadores asesinos, probablemente el tal cobarde no vuelva a levantar cabeza, beba mucho alcohol para olvidar y no sea capaz de enseñarle el alma a ningún espejo en el resto de sus días. La conclusión sería que, por si acaso, nadie tiene derecho a poner a nadie en el dilema de tener que elegir entre su propia vida y la vida de sus familiares y amigos o entre su vida, la de sus familiares y amigos, y la defensa de las convicciones de uno, de sus sentimientos o de su autoestima. De eso, entre otros muchos asuntos, quiero creer que habla " La lengua de las mariposas".


Don Gregorio a Moncho : (...) Los libros son como un hogar. En los libros podemos refugiar nuestros sueños para que no se mueran de frío. Tome, se lo presto. (Le entrega un ejemplar de La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson). Estoy seguro de que le va a gustar.


Os dejo un enlace a los tres relatos 
y el podcast de LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS




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