CUANDO HITLER ROBÓ EL CONEJO ROSA
Judith Kerr
1971
Reedición de 2016
"Anna volvía del colegio con Elsbeth, una niña de su clase. Aquel invierno había nevado mucho en Berlín. La nieve no se había derretido; los barrenderos la habían apilado en el borde de las aceras, y allí había permanecido semanas y semanas, en tristes montones que se iban poniendo grises. Ahora, en febrero, empezaba a deshacerse, y había charcos por todas partes. Anna y Elsbeth, calzadas con botas de cordones, se los iban saltando. Las dos niñas llevaban abrigos gruesos y gorros de lana para tener abrigadas las orejas, y Anna llevaba además una bufanda. Anna tenía nueve años, pero era bajita para su edad, y los extremos de la bufanda le colgaban casi hasta las rodillas. También le tapaba la boca y la nariz, de modo que lo único que se le veía eran sus ojos verdes y un mechón de pelo oscuro. Se había apresurado porque quería comprar unos lápices de colores en la papelería y ya era casi la hora de comer; pero iba tan sin aliento que se alegró de que Elsbeth se detuviera a mirar un gran cartel rojo. — Es otro retrato de ese señor — dijo Elsbeth — . Mí hermana la pequeña vio uno ayer y se creyó que era Charlie Chaplin. "
Este libro, que suele ser lectura recomendada en centros de primaria y secundaria, nos cuenta la historia de Anna, una niña de 9 años hija de un famosoescritor. Vive en Berlín, con sus padres, su hermano mayor y Heimpi, la mujer que los ha cuidado desde que nacieron. Estamos en 1933, poco antes de las elecciones que dieron el poder a los nazis en Alemania, y Anna verá como, en pocos días, el mundo en el que vive va a cambiar por completo. Su padre se exilia en Suiza antes de las elecciones y Anna, su madre y su hermano le siguen pocos días después. Atrás queda el conejo rosa de Anna, que no cabía en la maleta. Anna tuvo que escoger y optó por otro juguete aunque después, en el exilio, echará de menos a su conejo.

La vida en el exilio era dura. Además de la dureza inherente a vivir en un país que no es el propio, se sumaban las altas dificultades económicas. Tanto Alfred Kerr como su esposa Julia eran intelectuales (Julia era concertista) que no tenían muy fácil encontrar trabajo en otro país y más en uno en el que se hablaba una lengua que no dominaban.


La tercera parte, A Small Person Far Away
, (Una pequeña persona lejana) presenta a una Anna adulta que debe viajar a la Alemania de la posguerra tras el intento de suicidio de su madre. Este último libro es el menos relevante de los tres.

En la actualidad Judith Kerr vive en Alemania y es una divertida "joven" de 93 años. Un enlace de la Conselleria de Cultura, Educación e Ordenación de la Xunta de Galicia nos ofrece la lectura completa de la primera parte de esta trilogia. Pinchad en la imagen de Judith, os llevará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario