LA HOJA ROJA - Miguel Delibes


LA HOJA ROJA
Miguel Delibes
1959 - Reedición de 2010



‘La hoja roja’ hace referencia a la hoja de ese color que viene en los librillos de papel de fumar y que avisa de que ya sólo “quedan cinco hojas”. El librillo se acaba, como la vida, y también proporciona sus propias hojas rojas. A este calendario también le ha salido su hoja roja. 
Situémonos, para empezar, en esa noche en que se jubila Eloy, el anciano protagonista de la novela. Tras medio siglo de trabajo en el Departamento de Sanidad, el festejo que organizan ante su marcha es bien poca cosa, sobre todo si se advierte el desinterés de quienes asisten a él. Tras el adiós, previsiblemente, llega el vacío, la sensación de ausencia, y sobre todo, la idea de que las manecillas del reloj no han de seguir girando por mucho tiempo. Ese periodo, todo sea dicho, es particularmente intenso y decisivo para Eloy, cuya única compañía fiel es Desi, la joven pueblerina que le atiende en las tareas domésticas. En torno a este par de personajes deambulan otros de no menor interés: Leoncito, el hijo desagradecido y egoísta; Isaías, amigo de Eloy; y Picaza, el violento bribón con quien Desi pretende casarse y que acabará en la cárcel. Al final, puesto que la soledad incumbe tanto al viejo protagonista como a su criada, él le hace una propuesta que puede atenuar el desconsuelo: un matrimonio de conveniencia, sin otro fin que buscar el beneficio común; esto es: la compañía para Eloy y el hecho de que, a la muerte de éste, ella reciba la pensión de viudedad. Al fin y al cabo, cuando el jubilado plantea ese propósito a Desi, le confiesa algo que resume toda la enjundia de la novela: «Tendrás estorbo por poco tiempo, hija. A mí me ha salido ya la hoja roja en el librillo de papel de fumar»
Este libro, tal y como cuenta Miguel Delibes en la nota del autor a la edición de las obras completas, tiene su propia historia. Empezó a escribirla en 1957, y está basada en la historia real de un antiguo profesor suyo de química, jubilado y abocado a la más completa soledad. Hombre viudo, sin hijos, además de la soledad debía enfrentarse a un silencio obligado por la falta de audiencia que le proporcionaban sus clases, un hombre que se marchitaba y en cuyo modelo se fijó Delibes para empezar a escribir la historia de ‘La hoja roja’. Delibes en aquella época estaba agobiado y con falta de tiempo para escribir, debido a la jubilación de su propio padre y de otros profesores de la escuela de comercio donde trabajaba, así es que escribía esta novela en ratos perdidos por falta de tiempo.
Entonces vino a rescatarle la Fundación March, que le concedió una beca inicialmente pensada para que los escritores viajaran para escribir un libro, pero realmente concedida para liberar al escritor de tareas no creativas. Esto le permitió al autor terminar la novela en un año, y publicarla posteriormente en 1959.



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